¡Apoyamos a las víctimas!
A través del proyecto de apoyo y asistencia técnica a víctimas de violencia sexual (VS) y violencia de género (VG) para su participación y propuesta de sanciones propias ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) colombiana. Con fondos proporcionados por el Ministerio Federal de Asuntos Exteriores alemán y en alianza entre Arrópame con tu Esperanza y Umain Transiciones para la Paz.
Conoce más del proyecto
Colombia, desde la década de 1960, ha experimentado un prolongado conflicto armado interno que ha afectado a comunidades enteras, con los diferentes grupos armados ilegales marcando épocas de violencia. El impacto en la población civil, especialmente mujeres y comunidades vulnerables, ha sido desgarrador, dejando un rastro de víctimas cuyas historias aún esperan ser plenamente reconocidas.
La violencia sexual ha sido una manifestación particularmente atroz del conflicto. Según el Registro Único de Víctimas (RUV), 36,754 personas han sufrido delitos contra la libertad e integridad sexual en el contexto del conflicto armado colombiano. La mayoría de estas víctimas son mujeres, muchas de ellas cabeza de familia, residentes en la región de Urabá, una de las más afectadas.
Violencia en Territorios Indígenas y Afrocolombianos
Los territorios indígenas y afrocolombianos han sido escenario de una violencia sistemática debido a la riqueza de sus recursos y su importancia estratégica. La violencia sexual ha sido una táctica empleada para consolidar el control territorial, debilitando comunidades enteras y perpetuando la discriminación racial.
Acuerdo de Paz y Desafíos en la Justicia Transicional
Aunque en 2016 se firmó el Acuerdo de Paz con las FARC-EP y se estableció la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), los desafíos persisten. La participación efectiva de las víctimas, especialmente en casos de violencia de género, enfrenta obstáculos como la falta de representación legal y temores a revictimización. La asimetría es más pronunciada para mujeres en situación de pobreza, indígenas y afrocolombianas.
Conoce el proyecto
Este proyecto se centra en desarrollar un modelo de acompañamiento específico para víctimas de violencia sexual y otras violencias basadas en género, en el conflicto armado colombiano. Benefició principalmente a mujeres en situación de pobreza multidimensional, muchas de ellas cabeza de familia en Urabá. Se abordaron tres aspectos clave: capacitación, ejercicios de memoria prospectiva y co-diseño de sanciones propias.
La capacitación se enfocará en dotar a las mujeres con herramientas legales y psicológicas para participar activamente ante la JEP. Los ejercicios de memoria prospectiva permitirán una reflexión colectiva sobre el pasado y el futuro, mientras que el co-diseño de sanciones propias asegurará un enfoque restaurativo que incluya reparaciones transformadoras y sensibles al género.
Arrópame con tu Esperanza, UMAIN y la implementación del proyecto
La organización "Arrópame con tu Esperanza", fundada en 2017 en Tumaco, busca sensibilizar a la sociedad colombiana sobre la necesidad de garantizar los derechos de las víctimas de violencia sexual. A través de talleres de expresión artística como el patchwork, más de 37,000 víctimas han encontrado un espacio para expresar sus experiencias, contribuyendo a la construcción de una gran colcha que simboliza la unidad y la resistencia.
Para garantizar una gestión transparente, Arrópame incorporará un contable y un responsable financiero. La financiación se destinará a capacitación, memoria prospectiva y elaboración de sanciones especiales. UMAIN, con experiencia legal y organizativa, apoyará a Arrópame para asegurar que la financiación solicitada se utilice y facture correctamente.
La apertura de nuevos casos en la JEP, centrados en violencia sexual y género, ofrece una oportunidad crucial para escuchar y reconocer a las víctimas. Proyectos como este son esenciales para avanzar hacia una justicia restaurativa, reconociendo la diversidad y vulnerabilidad de las víctimas en el contexto del conflicto armado colombiano. La restauración de esperanzas y el reconocimiento pleno de derechos son pasos fundamentales hacia una paz duradera en Colombia.
